Jornada marcada por el albiceleste

Machada del Málaga en el Vicente Calderón.

Atlético de Madrid 0 - 3 Málaga CF. Y tres puntos como los tres goles que vuelan para la Costa del Sol. Y menos mal que volaron, porque la parte de abajo no da un respiro. Jornada complicada no, complicadísima, que de haber terminado con una derrota del equipo malagueño hubiese significado volver a los puestos de descenso. Impresionante que a pesar de cuatro victorias consecutivas sigamos teniendo el descenso a la misma distancia, 3 puntos. ¿Quién dijo que la emoción de la Liga estaba por arriba?

Tres golazos de Rondón, Baptista (que sigue mojando partido tras partido) y Enzo Maresca dieron al Málaga una contundente victoria en el Vicente Calderón de Madrid frente a un Atlético que no pudo hacer nada con el potencial malaguista. Que el Málaga es el equipo más en forma del último tercio de la liga ya no es un secreto y se demostró en la capital de España el sábado. El Atlético no pudo traspasar hasta el minuto 70 la defensa malaguista y cuando lo hizo solo en una o dos ocasiones llevó peligro a la meta malaguista; aunque ahí estaba el gran Willy Caballero para demostrar que si en algun momento la defensa falla, él no.

El potencial ofensivo del Málaga tampoco es un secreto: Baptista ha llegado, gracias a Dios, en el momento más importante de la temporada, y sus goles y su fuerza se ha contagiado a todo el equipo, que juega como no ha jugado en toda la temporada y hace que el Ingeniero Pellegrini vea su duro trabajo y sacrificio compensado en forma de victorias (¡ya van cuatro seguidas!). Mañana el Málaga recibe al Sporting en La Rosaleda, y de ganar, aunque la permanencia no sería matemática al 100%, los duelos directos entre Real Sociedad, Getafe, Osasuna y Hércules invitan al optimismo. Pero lo más importante, ir partido a partido. Simplemente a pensar en el Sporting. ¡FORZA MÁLAGA!

También fue día de color albiceleste en Estepona, pero no de un albiceleste bueno, sino de uno malo. El equipo de la ribera del Monterroso no fue capaz de pasar del empate ante un Lucena que se mostró rocoso a pesar de jugar con diez, y que es muy probable que viniese "primado" por algún equipo rival directo del Estepona. Un equipo sin aspiraciones, con 50 puntos, en tierra de nadie, no juega a ganar el partido, nunca. Aún así, y por supuesto hay que remarcarlo, la "culpa" no fue en ningún momento del Lucena, que tal vez pecara de demasiado "deportivo", sino que toda la culpa la ha tenido la Unión Estepona, y tampoco es una novedad el por qué. La falta de gol ha lastrado al equipo durante toda la temporada, que unidos a los dos meses sin conocer la victoria con la incertidumbre económica que asolaba al club esteponero, han hecho que nos debamos jugar la permanencia otro año más en Segunda B contra el Lorca en tierras murcianas, el domingo a las 18:00. Y ni aun ganando es seguro que podamos mantener la categoría. Sin duda, apelar a la heróica para tener fútbol de bronce el año que viene en la Ciudad de Estepona. ¡VAMOS ESTEPONA!